Buenas tardes, Eduardo Alzola. Antes
que nada te doy la bienvenida a este pequeño rincón de la red y te
pido que digas los títulos de tus obras.
E.A: una
pregunta muy fácil para empezar. Muy fácil y muy breve. De momento
solo he escrito una novela, titulada Un billete para el infinito. La
publicó Ediciones Beta III Milenio en 2013.
He de decir que tu obra Un billete para
el infinito me encantó. Seguro que has tenido muy buena crítica...
E.A: no puedo
quejarme. Estoy muy satisfecho de la reacción de los lectores.
Aunque está un poco lejos de ser un superventas el libro ha gustado
bastante.
Como buen libro se acabó la tirada,
¿qué se siente al cumplir las expectativas de la tirada inicial?
¿Algún secreto para autores que no la hayan agotado?
E.A: es muy
satisfactorio ver que a la gente le gusta lo que has escrito, lo
compra y lo recomienda, aunque creo que no soy la mejor referencia
para dar consejos de marketing. Mi trabajo me deja poco tiempo para
escribir y aún menos para promocionar lo que escribo, salvo alguna
cosita breve en las redes sociales.
En una opinión sobre Un billete para
el infinito, qué es lo que más valoras...
E.A: el mejor
regalo que te pueden hacer cuando eres escritor, sobre todo si estás
empezando, es una crítica sincera, que te ayude a percibir tu obra
desde la objetividad. No te quiere más quien más te adula, sino
quien más te ayuda, aunque te haga llorar, como en el refrán. Las
opiniones sinceras son las que te hacen mejorar, crecer…, incluso
dejarlo a tiempo, si es el caso.
Ese título..., que he de decir que muy
bien escogido, ¿te costó mucho decidirte por él?
E.A: desde el
principio tuve claro que la escena final de la novela se
desarrollaría en la estación de Abando, en Bilbao, donde uno de los
personajes toma un tren. En los andenes de la estación hay una
escultura de Agustín Ibarrola titulada “Viaje al infinito”, que
es la que me dio la idea para el título. Así que tuve el título
antes que la historia y no, no me costó.
Yo sé que además estás contento con
el trabajo hecho en lo referente a la portada...
E.A: muy
contento. Le di muchas vueltas al tema de la portada y tenía unas
cuantas ideas que estuve discutiendo con mi editora. Cuando me
llamaron para ver el primer borrador me entró bastante inquietud. La
portada es habitualmente lo primero que ve el lector potencial y
tiene que ser atractiva y yo, como autor, necesitaba sentirme
identificado con ella. En cuanto vi la propuesta suspiré satisfecho.
Me encantó.
Ahora vamos con tus relatos, dinos los
títulos y en qué antologías están publicados...
E.A: curiosamente
lo primero que publiqué no salió en papel sino en la tele. Fue en
2009, un relato que presenté al concurso de relatos hiperbreves de
Página 2 de Televisión Española. Se titulaba “Los vivos no
existen” y tenía veintitrés palabras. Posteriormente he publicado
tres relatos breves: “Por favor, que no haya sido un sueño” (Un
lugar mejor y otros relatos, III Premio Ediciones Beta de Relato
Corto, 2009), “La tentación de la carne” (Mezcla de lejía y
crema y otros relatos sobre mi primera vez, V Premio Ediciones Beta
de Relato Corto, 2013) y “Algún día serás yo” (Entre tantos,
II Certamen de relato y poesía Bohodón Ediciones, 2013).
¿Tienes alguno favorito? ¿Del que te
sientas más orgulloso?
E.A: Le tengo
un cariño especial a “Por favor, que no haya sido un sueño”.
Fue el primer relato que escribí y lo primero que publiqué, aparte
del microrrelato. Es algo muy bonito ver algo tuyo publicado por
primera vez.
En relación con el microrrelato, ¿cómo
se siente que te mencionen en un programa literario de esa talla a
nivel nacional?
E.A: mandé el
microrrelato al concurso sin pensar ni por lo más remoto que lo
fueran a emitir, así que cuando un domingo veía tranquilamente el
programa y vi mi nombre en la pantalla mientras una voz en off leía
mi texto me quedé sin palabras. Me hizo una ilusión enorme.
Un personaje favorito en tus
historias...
E.A: no sé si
tengo un personaje favorito. Si tuviera que elegir, de los publicados
me quedaría tal vez con la enfermera Jones, de “Un billete para el
infinito”.
Y el más odiado..., el que más te
haya costado soportar...
E.A: ese lo
tengo más claro: el doctor Luis María Sánchez Ganapán, también
de “Un billete para el infinito”. Está basado en una persona
real que se cruzó en mi vida en una cierta época muy especial. Un
tipo que era, además de malo, maloliente.
¿Una lectura o autor que recomiendes?
E.A: recomiendo
una novela, de un autor aún no demasiado conocido, espléndidamente
escrita, que cuenta una historia intrigante y estremecedora
ambientada en el desastre de Chernobyl. Se trata de “La muerte
invisible”, de Alberto Pasamontes.
Una ciudad que te inspire...
E.A: casi
todos los sitios tienen algo de inspirador. Procuro ambientar mis
historias en lugares que conozco. Eso las hace más reales, ya que mi
trabajo no me deja demasiado tiempo para documentarme sobre lugares
desconocidos. Aunque no se menciona, parte de “Un billete para el
infinito” transcurre en Bilbao, la ciudad donde nací y donde he
pasado buena parte de mi vida. La novela que estoy escribiendo ahora
transcurre entre Vitoria y otros sitios de Álava, Bruselas y
Burdeos.
¿Escribes a mano o a ordenador?
E.A: a
ordenador, siempre a ordenador. Sería incapaz de escribir a mano,
entre otras cosas porque tendría serios problemas para entender yo
mismo mi letra. No quiero ni imaginarme lo que sería un cuaderno
manuscrito y corregido por mí.
Género que te gustaría escribir y aún
no hayas hecho...
E.A: no sé.
Cuando escribo no pienso en géneros. Como autor de una novela temo
ese momento en el que te preguntan de qué va tu novela o de qué
género es. De momento, en lo que se refiere a “Un billete para el
infinito”, no he sabido responder a ninguna de las dos cuestiones.
Tampoco me preocupan demasiado las etiquetas. Yo escribo y, si a
alguien le interesa, que clasifique.
Por último, dinos si tienes algún
proyecto cercano en mente, y algún dato que nos puedas desvelar.
E.A:
llevo
bastante tiempo con una novela entre manos. La tengo a medio
escribir, pero estoy muy atascado. El trabajo y otras circunstancias
de la vida me mantienen falto de inspiración y de tiempo, aunque
espero coger ritmo lo antes posible. Ya he contado antes los lugares
en los que transcurre, pero no puedo desvelar más. Pretende ser una
reflexión sobre el bien y el mal.
Gracias por visitar mi humilde blog, no
dudo que en breve escucharemos mucho hablar sobre un escritor de tal
calibre como Eduardo Alzola.
E.A: gracias a
ti, Víctor. Siempre es un placer compartir contigo una charla, un
café, una novela, una entrevista o lo que sea.
Un Billete para el infinito.
Un condenado a muerte aprovecha sus últimos días para escribir la
historia de su vida. Su relato comienza con un sueño en el que se ve a
sí mismo dentro de un cubo transparente que flota en el espacio. Este
sueño, que le ha acompañado a lo largo de su vida, es un reflejo de su
absoluta incapacidad para relacionarse con los demás.
¿Te imaginas despertar un día con la mente totalmente vacía, no saber
quién eres, ni de dónde vienes, ni dónde estás?, ¿te imaginas ser el
conejillo de indias de un científico sin escrúpulos y encontrarte
atrapado en tu propio mundo interior?..., ¿te imaginas?
Déjate llevar por esta intrigante historia y acompaña al protagonista en
la búsqueda de sí mismo, en su lucha por derribar las murallas que lo
atrapan en su mundo interior y en su empeño por conseguir UN BILLETE
PARA EL INFINITO.